Crítica con emoción: el indomable Will Hunting

by - junio 17, 2016

Años y años viéndola en Antena 3, a trocitos y nunca entera, y leyendo fragmentos de sus diálogos en esas imágenes para compartir en Facebook sobre inspiración personal, y finalmente la he visto entera. La he disfrutado entera. Porqué hay películas que se ven, y luego están las que se disfrutan. Tal vez esté en una época de mi vida bastante abierto a sentir las emociones que algunas películas pretenden despertar cuando las ves, pero llevo una racha. Me viene a la mente Las ventajas de ser un marginado (2012) y Eddie el Águila (id a verla al cine, merece la pena como ya dije). Dicho esto, voy a probar a transmitir la idea de la película y el poso que me dejó a mí al acabar de verla.
La imagen que encabeza la entrada por cierto, pertenece a la artista Raquel B., y podéis ver sus obras en Raquel B. Ilustra.




La película es del 1997, del señor Gus Van Sant y está protagonizada por el fallecido Robin Williams y por un jovencísimo Matt Damon. Los mejores amigos de Damon en la peli son Ben Affleck, Casey Affleck y Cole Hauser. La chica de la peli es Minnie Driver. El guión, que se llevó un Oscar, está escrito a 4 manos por Damon y Ben, y de paso les abrió las puertas de Hollywood a ambos. Quiero añadir que yo soy de los que defiende al Affleck actor (excepto Armaggedon (1998), eso no tiene defensa posible).

Hechas las presentaciones, me meto de lleno en materia. El argumento de la película es el siguiente:
Will Hunting es un joven sin estudios que trabaja de limpiador en una universidad. Nadie sabe quien es en el centro, salvo sus 3 amigos del barrio. Hasta que resuelve un problema matemático propuesto por el profesor Gerald. Al enterarse de que Will ha resuelto el acertijo y darse cuenta de lo problemático que es el chico, Gerald decide buscarle ayuda psicológica, acaba recurriendo a un viejo amigo de universidad: Sean Maguire. 

Básicamente habla del miedo. Es una película que habla del miedo a que nos hagan daño, del miedo a cambiar, del miedo a ser nosotros mismos, del miedo a mostrarnos como somos a los demás. En distintas escenas y personajes, acaba logrando su objetivo: que entiendas a Will Hunting, un chico superdotado que merece mucho más que un trabajo de limpiador o en la obra, pero que no quiere salir de dónde está por el miedo.

Mat Damon y Robin Williams en la ya mítica escena del parque
Mat Damon y Robin Williams en la ya mítica escena del parque, el vídeo a continuación
En todo ese proceso chocan dos figuras adultas: el profesor interpretado por Stellan Skarsgard, que busca que Will aproveche todo su potencial y decidiendo por él lo que necesita el chico, y el psicólogo al que da vida un excelente Robin Williams, que pretende que sea Will el que reaccione. Dos formas de ver la vida. No en vano Williams se agenció con un Oscar al actor de reparto por esta película. Tarda en aparecer, pero cuando lo hace, te deja huella.


Al final somos nosotros los que debemos saber qué queremos hacer con nuestra vida y quiénes somos. Escondidos en trabajos que no nos llenan o desaprovechando el tiempo, por mucho que nos guste el barrio y los amigos, sin aspirar a más, es triste. Y de eso intenta hablar la película. Para mí al menos lo consiguió.

Además de las escenas que comparten Will y Sean, como paciente y psicólogo respectivamente, creo que hay una escena que representa perfectamente el espíritu de la película, la que comparten Ben Affleck y Damon, en la que se nos da a entender que por mucho que queramos estar junto a las personas que queremos, a veces hay que dejarlas marchar porqué es lo mejor para ellas. Otra de las que te hielan, la discusión entre la novia de Will y él mismo. Ahí se ve lo que se ocultaba detrás del supuesto aire de superioridad del superdotado protagonista: un chico con miedo a que le hagan daño, y que se oculta de esa posibilidad viviendo una vida que puede controlar.


Desde luego el punto fuerte de la película son los diálogos, es donde te dejan más pegado a la silla. Muchas veces una película no necesita más que unas cuantas frases para removerte la conciencia o conseguir que alucines, en vez de llenar la película de acciones y efectos especiales. También hay que saber dar con la tecla, que muchas veces se peca de pretencioso en los diálogos y acaba resultando ridículo y pedante ver a algunos personajes soltando ciertas líneas, como en El consejero (2013), todo inflado con conversaciones supuestamente adultas. No es este caso. Todas las frases que se dicen, además de definir perfectamente a los personajes, mueven la historia y al espectador hacia el clímax de la película: la elección de Will.

Minnie Driver teniendo una cita con Matt Damon en una escena de la película
Minnie Driver teniendo una cita con Matt Damon (o Will Hunting) en una escena de la película
Tiene sus añitos, pero no pretendo liarme a soltar muchos más spoilers. Simplemente si os apetece ver una buena película de actores, y descubrir porqué Robin Williams pudo vivir de rentas unos cuantos años después, esta es vuestra obra. Pienso que hay películas que en determinados momentos también te pueden parecer mejores de lo que son, porqué conectas con ellas emocionalmente, con el mensaje que te transmite. Aquí, además de conectar, disfrutas con ella. No nos pongamos exigentes que al final nunca nos conformaremos con nada. Y no soy el único que lo piensa, aunque esto a veces tampoco sirva de mucho.

XOXO SoldieRyan

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